El reto del docente, hoy

Si estás leyendo esto, existe una gran probabilidad de que hayas pasado por un aula, independientemente de si tu educación fue en una institución publica o privada, tendrás algún concepto de lo que significa ser profesor. Seguramente la primer idea sería la de que es un profesional el cual recibe una remuneración a cambio de enseñar el contenido de alguna materia. Pero, ¿esto es todo lo que se espera de un educador?


Definitivamente la transmisión de conocimientos es algo importante, inclusive hoy en día, ya que nos permite contar con una base de cultura general, desarrollar habilidades como la memoria, la conexión de ideas, conocer mejor el mundo, desarrollar un sentido lógico de las cosas e inclusive darnos una idea de las áreas que abarca el conocimiento de la humanidad.

Por otra parte, tenemos los libros o el mismo Google con los contenidos siempre a la mano y en ese sentido el profesor únicamente tendría que organizar el saber, de tal forma que se adapte a los conocimientos previos de los alumnos, para facilitar su transmisión. El educador no debe saberlo todo (pero debe saber al menos sobre lo que enseña y dónde encontrar fuentes confiables para resolver posibles dudas), lo que si debe conocer son esas técnicas que permitan procesar el conocimiento y su aplicación.

Podríamos decir que el docente pudiera ser concebido como un técnico, sin embargo esto aún queda demasiado corto ya que la educación no es una labor sistemática y mecanizada que pueda medirse y evaluarse como si de una fábrica se tratara. No es posible aplicar un sistema educativo exitoso en un país y obtener los mismos resultados en este otro. Esto se debe a que, aunque hay principios educativos generales, las "buenas prácticas" y "modelos exitosos" deben de considerar siempre el contexto y la situación en la cuál se van a implementar.

La labor docente entonces no puede ser relegada a una actividad técnica de transmisor de conocimientos, ni de aplicación de modelos educativos sin más, sino que debe adaptar esas aportaciones a la realidad y contexto en la cuál ejerce su práctica educativa. Hay quienes afirman inclusive que por estas razones, el docente pudiera ser considerado un artesano, ya que debe construir y diseñar la educación especialmente para sus alumnos, debe formar a cada persona de acuerdo a sus capacidades y situaciones, las cuáles en su conjunto, serán distintas de las del resto de sus alumnos.

Por último, es necesario mencionar que así como no existe un medio de comunicación libre de ideologías, así tampoco puede existir una educación sin una línea de pensamiento marcada ya sea por políticas internacionales, instituciones gubernamentales o de interés privado o inclusive las propias ideas y experiencias del profesor. En este sentido es importante que se busque hacer explícitas estas ideologías que rigen la educación en una institución determinada, para poder realizar esfuerzos dirigidos e intencionados a que los valores, actitudes y pensamientos que se enseñan a los alumnos, sean los que se requieren, no para ese contexto específico en su situación actual, sino en la búsqueda de una mejor sociedad futura y próxima respecto de ese mismo contexto.

Necesitamos que el docente cumpla con muchas demandas como las mencionadas, para que pueda ser realmente un agente de cambio y de mejora social. Por esto es indispensable que se formen buenos docentes, que sepan sobre la materia que imparten, que sepan enseñar esos conocimientos, que sepan adecuar las nuevas tendencias y estrategias didácticas al propio contexto, pero sobre todo, que sepan ser personas, ser ciudadanos de bien, idealistas, preocupados y ocupados por construir un mundo mejor desde las aulas. No basta solamente con buenos deseos y una formación inicial, es necesaria una formación constante del docente y es necesario otorgarle ese reconocimiento social a la importante labor que realiza. Desarrollar talento docente, contar con formadores bien remunerados y reconocidos, y compartir y reflexionar sobre sus buenas prácticas, nos permitirá que hagamos posible esa realidad de una sociedad mejor.

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