Formación Docente

Si te atreves a enseñar, nunca dejes de aprender, - John Cotton Dana
Esta frase del reconocido bibliotecario es una de mis favoritas para temas de innovación educativa. Muchas veces se piensa que en la educación ya está todo dicho y realmente aunque en el último siglo no se hayan visto cambios significativos en la disposición física de las aulas, lo cierto es que han surgido muchas teorías, métodos, herramientas y una infidad de recursos que tratan de innovar en estos asuntos para dar una respuesta a los cambios sociales que se han dado principalmente a raíz del avance tecnológico.

Hoy en día es esencial para todo profesor conocer sobre tecnología educativa (aunque no necesariamente dominarla). Pero es más importante aún que todo docente se mantenga actualizado profesionalmente hablando.
Cierto es que en las últimas decadas se ha impulsado la idea errónea de que mediante evaluaciones se puede mejorar la calidad educativa, y aunque cierto es que lo que no se mide no se mejora, sería absurdo pensar que con la sola evaluación basta.
El docente debería de formarse constantemente, sí, pero sin ser obligado a hacerlo, ni en los mismos temas para todos los profesores por igual. Estas soluciones masificadoras y simplistas resultan contraproducentes al tiempo. Lo ideal es que los mismos formadores por su interés y vocación busquen desarrollar esos conocimientos, habilidades y actitudes que los lleven a desarrollar de mejor manera a las siguientes generaciones. Cuando un profesor no tiene interés en continuar aprendiendo, es claro que no alcanza a comprender la importancia de su labor.